Festival de jazz à Gand.
Featuring Diana Krall le 13 juillet 2013
...Y voy al grano, carallo, que me estoy perdiendo por las ramas. En el mes de Julio se celebra en Gante un festival de Jazz con algunas de las mejores figuras del momento. Este año venía Diana Krall, otra de mis chicas favoritas. Yo la descubrí en un viaje a Canadá hace como doce años: hurgando en una tienda de discos en Montreal, me compré uno de la serie “Women and Songs”, que incluía un par de piezas de Diana:
La organización del festival, perfecta. El público, no se puede decir que fueran jóvenes raperos, grunges, punks, heavies ni nada por el estilo. Todos muy asentaditos y bien vestidos con sus Lacostes y tal (oigan, que no es una crítica, es un intento de aproximación a una definición; que un servidor llevaba un Lacoste rosa, eso sí comprado en Tailandia y más falso que la Cospedal). Y todo tan limpio, el césped, impecable, las “toilettes” brillantes y oliendo a Ajax (y… ¡gratis!). Ni una botella, ni un papel por el suelo… nada de vasos de plástico: copas de vidrio.
Además, mira tú por donde, había un concierto de jazz, aunque mucha gente no parecía haberse enterado. Varios teloneros de cuyos nombres ni me acuerdo y, al fin, a las 22h30, tras acomodarme a una distancia bastante lejana del escenario, los músicos de Diana Krall aparecieron. Gran emoción entre el respetable público (bueno, tal vez un servidor no fuera muy respetable, pero eso es otra historia)
Una breve espera, y ahí está. Casi a la hora anunciada, en punto, con una sonrisa encantadora, la Krall. Si tenéis el valor, queridos amiguetes, de ver el bodrio de video que os pongo a continuación, constataréis que es bastante simpática, además de tocar el piano y cantar muy bien. No sé por qué, yo tenía la falsa idea que era una tía estirada y seria. Tal vez por las fotos en las que aparece en las carátulas de los discos.
Como estaba lejos del escenario, tuve que forzar al máximo el zoom de mi cámara, lo que hace que la imagen esté bastante granulada, pero se ve bastante bien (y se oye, que es lo fundamental). Otra consecuencia de forzar mi Panasonic es que en un momento determinado dijo ¡ya está bien!, y se me bloqueó el objetivo. Ni para adelante ni para atrás. Menos mal que fue ya casi al final de la actuación (la Diana se tiró hora y media sin parar, solo un traguito de agua de vez en cuando). ...
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MUCHAS GRACIAS A "SOROKIN" POR PERMITIR ESTA PUBLICACIÓN!
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