lunes, 27 de septiembre de 2010

Interview: Diana Krall in Lima - 23.09.2010


LIMA | Dueña de una melodiosa voz y una delicadeza musical que impacta, la cantante canadiense Diana Krall conversó sobre las expectativas de conocer nuestro país a puertas de su show programado para este sábado en el Jockey Club del Perú.

"Estoy súper emocionada y curiosa. Conozco poco de la cultura peruana, pero sí sé que es uno de los paraísos culinarios del mundo. Siempre tuve ganas de conocer Perú, pero sólo he visitado el aeropuerto de Lima dos veces. Toda su cultura en general es impresionante. Tengo algunos familiares que han viajado por varios países de Sudamérica tiempo atrás y me trajeron como regalo unos huacos de cerámica que por su gran valor histórico y belleza aún guardo conmigo", declaró la ganadora del Grammy.

"Aún no sé exactamente lo que va a pasar en el concierto. Tengo cosas preparadas, pero algunas nacen también en el mismo show, es lo que más me gusta... ¿De su música (la peruana)?, sólo sé que allá están los instrumentos de viento más sublimes", agregó.


Fuente: www.correoperu.com.pe


Fotos: Sonidos del Mundo - Facebook









Partiendo de diversos ritmos o simplemente de algún instrumento, Mabela Martínez nos trae la mejor música de los 5 continentes. Sonidos del Mundo es el único programa peruano dedicado a estilos musicales que algunos consideran no comerciales, pero que cuentan con cada vez mas seguidores.


Fotos de Sonidos del Mundo - Sonidos en Sao Paulo - Diana Krall



sábado, 25 de septiembre de 2010

Concert: 25.09.2010 - Diana Krall en Lima, Perù



Fotos de De María Luisa Baca - Facebook



























viernes, 24 de septiembre de 2010

ENAMORÀNDONOS DE DIANA!


GRAN CONCIERTO DE LA PIANISTA Y CANTANTE EN SU CUARTA VISITA A BUENOS AIRES


Acompañada por la mejor banda que trajo a esta ciudad, la canadiense brilló ante un público incondicional y seducido de antemano. Aunque se suponía que sería la presentación de Quiet Nights, su último disco, el concierto fue más vital y poderoso.

Por Diego Fischerman


Si su último disco, Quiet Nights, transcurre entre el susurro y el silencio, enmarcado en una envolvente orquesta arreglada por Claus Ogerman, ya el comienzo del excelente recital con el que Diana Krall retornó a Buenos Aires puso en claro que, por lo menos esta vez, en vivo sería otra cosa. “I Love Being Here with You”, con un arranque instrumental a todo trapo y Krall pasando del piano a una voz un poco más aguardentosa –y un poco más vital– que de costumbre, fue, en ese sentido, un principio y una declaración de principios: el canto como un instrumento más y un destacado desarrollo instrumental con solos de cada uno de los integrantes, incluyendo a la propia Krall como pianista.



El grupo con el que llegó es, tal vez, el mejor con el que lo haya hecho hasta el momento (ésta es la cuarta incursión porteña y la anterior fue en 2007). En la guitarra eléctrica estuvo, como en aquella ocasión, Anthony Wilson, quien toca con ella desde hace ocho años, y se maneja con igual soltura y musicalidad en el papel de acompañante, con armonías ricas y contrapuntos exactos, y como solista, desarrollando líneas melódicas siempre con algo de sorpresa en su rítmica. Robert Hurst, que fue contrabajista de la banda de Wynton Marsalis y tocó con su hermano Branford y, también, con el saxofonista Steve Coleman, aportó una base de gran solidez, fue lírico en sus solos, mostró un poderoso impulso motor y cuando tocó con arco demostró un sentido melódico y armónico impecable. Karriem Riggins, habitual baterista del trío del pianista Mulgrew Miller, también aportó variedad e interés a los desarrollos de los temas y se mantuvo en perfecta comunión con la cantante. Eventualmente, si algo sigue emparentando a Krall con el jazz, aun en sus momentos más cercanos al pop, es la interacción que propone con sus grupos.


Aunque el show se publicitó como la presentación en vivo del último disco –que en realidad ya tiene más de un año– hubo bastante poco de él no sólo en relación con el material elegido sino, sobre todo, en el espíritu. Estuvo, sí, “Quiet Nights”, la versión en inglés de “Corcovado”, de Tom Jobim, que Miles Davis había grabado con arreglos de Gil Evans en 1962. Y estuvo también “Walk On By”, de Burt Bacharach, que forma parte del álbum. Pero el tono estuvo lejos del homenaje a la bossa nova que allí se buscaba. Volvió a ser, en esta ocasión, lo que siempre había sido: una bella balada capaz de acercarse al imaginario del jazz. En ese sentido tampoco Bacharach, un autor que Krall confiesa amar y que incluye con asiduidad en su repertorio, es ajeno al género: músicos como Wes Montgomery, Grant Green o Stan Getz tocaron sus temas en más de una oportunidad. Hubo asimismo dos canciones de Tom Waits, “Jockey Full of Bourbon” y, ya como bis, “Clap Hands”, y un tema de Walter Hirsch y Fred Rose, “Deed I Do”, en el que hubo un extraordinario solo de contrabajo.



Krall habló poco, bromeó algo, presentó a su banda, nombró a su marido (Elvis Costello) antes de cantar la notable “Abandoned Masquerade” que compusieron a dúo, y jugó a confundirse y cambiar de idea, como cuando anunció el final del show con un homenaje a Irving Berlin y después se corrigió. “No, mejor antes otra canción”, coqueteó. Y fue “A Case of You”, de Joni Mitchell, a solas con el piano, en uno de los momentos más logrados de la noche, antes de atacar con “Cheek to Cheek”, aquella canción que cantó por primera vez Fred Astaire en la película Sombrero de copa, de 1935. El público, que llenó el teatro, mostró una incondicionalidad que excede en mucho la que cualquier otra figura afín al jazz es capaz de lograr. Seducido de antemano, podría pensarse, respondió a los mínimos mohínes de la canadiense con adoración. Krall no abusa de ello. Confía, sobre todo, en la música. Y es que su glamour aparece, sobre todo, en los graves de su registro, en su manera de usar la rugosidad del timbre, en la forma de administrar el medio tono y en un swing sin sobreactuación. Domina, en todo caso, el arte de la sugerencia más que el de la explicitación. Y eso, en música, suele ser tan efectivo como en otros campos.

DIANA KRALL

Músicos: Diana Krall (piano y voz), Anthony Wilson (guitarra eléctrica), Robert Hurst (contrabajo) y Karriem Riggins (batería).

Lugar: Teatro Gran Rex, jueves 23 de septiembre

Público: 3300 personas

Publicado por ROBERTO BETO PINCETTI


Fuente: elrefugiodelosmusicos.blogspot.com





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miércoles, 22 de septiembre de 2010

Teatro Gran Rex - 22 de Septiembre de 2010





Entrevista esclusiva a Diana por Cienradios.com.ar



Diana llegarà a Perù





WELCOME TO ARGENTINA, DIANA!!!




martes, 21 de septiembre de 2010

Concert 20 de Septiembre in Rìo de Janeiro





Muy agradecido a Arnaldo!


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lunes, 20 de septiembre de 2010

Diana Krall's jam session in Rio

Diana Krall's jam session in Rio de Janeiro on September 19, 2010, with Anthony Wilson, Bob Hurst & Karriem Riggins.





AGRADECIMENTO TOTAL A ARNALDO DESOUTEIRO!


domingo, 19 de septiembre de 2010

Concert: Teatro Oi – SHTN Trecho 1, Conj. 1B Bloco C, Asa Norte., Brasília, Brasil - 18.09.2010




Diana Krall encanta a plateia com sua voz perfeita e canções de mestres

Gabriela de Almeida
Publicação: 20/09/2010.

Mais exuberante do que nunca, a Diana Krall entrou no palco discretamente e foi logo para o piano, onde começou a tocar I love being here with you antes mesmo de cumprimentar o público. Ninguém se chateou por tal comportamento. O sorriso que ela lançou ao entrar em cena foi suficiente. Com sala lotada, em uma bilheteria nada barata (os ingressos custavam R$ 300, a meia-entrada), o show da turnê Quiet nights encantou a plateia brasiliense do início ao fim, com canções do disco homônimo e a reunião de gênios da música como João Gilberto, Frank Sinatra e Nat King Cole.

Diana usava um vestido com fundo azul e estampa preta que ressaltou os fios dourados de seu cabelo que emolduravam o rosto. Após a primeira canção, todos os fotógrafos presentes tiveram que se retirar e ela finalmente cumprimentou o público com tímidas palavras, como quem ainda estivesse sentindo o ambiente para se soltar. E não foi preciso muito esforço, bastou embalar So nice (Samba de verão), que recebeu de volta muitos aplausos.

Diferentemente do esperado, Diana não cantou The boy from Ipanema, versão masculina de Garota de Ipanema, mas não esqueceu de Tom Jobim e trouxe ao público Quiet nights quiet stars (Corcovado). De João Gilberto, a cantora canadense apresentou Este seu olhar, em um português arrastado, que foi um dos pontos altos do show. "É difícil cantar em outra língua e ainda tocar piano", adiantou, antes dos primeiros acordes. "Ela cantou em português com um sotaque interessante. Foi bem divertido", comentou o economista e fã Luiz Antônio Lobo.
E não poderia haver palco melhor para traduzir a atmosfera intimista de Quiet nights. No Teatro Oi Brasília, que comporta cerca de 500 pessoas, o público fica próximo do artista e faz parte do espetáculo. De tão íntimo, Diana sentiu-se à vontade, inclusive, para falar da família, quando citou que os gêmeos ficaram com o marido, o músico britânico Elvis Costello, antes de iniciar a canção I%u2019ve grown accustomed to your face e dizer que essa era uma de suas favoritas.

Carinho
Diana Krall não deixou de mencionar, durante o show, o prazer de voltar a Brasília depois de cinco anos, e como se sente em casa no Brasil. Com a interpretação de Just you, just me, conhecida pela voz de Nat King Cole, ela se divertiu no palco e demonstrou o carinho que sente pela música do músico norte-americano.

Introspectiva, a cantora falou do pai (um conceituado pianista) e contou que o visitou recentemente, o que pareceu ser um ponto delicado da sua vida, já que logo cortou o assunto e iniciou um solo de On the sunny side of the street. Em seguida, ela anunciou: "A próxima música é de Tom Jobim", quando cantou a belíssima Quiet nights quiet stars, versão de Corcovado, em que se podia notar o público cantar baixinho o clássico da bossa nova.

A bela voz de Diana Krall por vezes era alta e forte, mas em muitos momentos parecia um sussurro, como se ela quisesse dividir um segredo com a plateia. Ao se despedir, disse carinhosamente que agradecia a presença de todos, mas nem neste momento deixou a timidez de lado. O público quis mais e implorou pelo bis. E ela voltou com Clap hands, de Tom Waits, em um grand finale digno de uma artista à altura de Diana. Inesquecível. Hoje à noite Diana encerra a turnê brasileira com show no Rio de Janeiro.

O repertório
» I love being here with you
» So nice (Samba de verão)
» How deep is the ocean (How high is the sky)
» I've grown accustomed to your face
» Let's face the music and dance
» Just you, just me
» On the sunny side of the street
» Quiet nights (Corcovado)
» Exactly like you
» Walk on by
» Este seu olhar
» Cheek to cheek
» Clap hands

miércoles, 15 de septiembre de 2010

Coletiva de Imprensa Diana Krall























Paulo Noviello
Direto de São Paulo


Um dia depois de fazer no HSBC Brasil, em São Paulo, o primeiro dos três shows brasileiros da turnê do disco Quiet Nights, a cantora e pianista canadense Diana Krall recebeu a imprensa para uma entrevista coletiva, na tarde desta quarta-feira (15). Elegante em um discreto vestido preto, e com maquiagem também discreta, Krall foi simpática, apesar do tempo curto da entrevista.

O disco Quiet Nights é uma homenagem da canadense ao Brasil e à bossa nova, e o título é referente à música Corcovado, de Tom Jobim, que em inglês virou Quiet Nights of Quiet Stars. Mas além de clássicos da bossa, o show de terça-feira foi uma "salada", que incluiu standards de Nat King Cole e Cole Porter, Burt Bacharach, ídolo de seu marido Elvis Costello, e o pianista "maldito" Tom Waits, com a música Clap Hands, que empolgou o público. Na entrevista, Krall explicou a eclética "salada".

"O jazz tem a ver com espontaneidade. Eu nunca faço um show igual ao outro. Canto as coisas que estão na minha cabeça no momento. Às vezes fica meio bagunçado mesmo, mas prefiro correr esse risco. Se você não experimentar, fica muito entediante. Nos shows gosto de cantar músicas que dificilmente gravaria, mas que ficam bem ao vivo, como Clap Hands", disse. Ela explicou sua admiração por Tom Waits. "Eu amo o Tom Waits. Ele é um compositor muito imaginativo. As letras dele lidam com a fantasia, contos de fadas, histórias de piratas, coisas assim. Quando eu canto, vejo as letras como um filme na minha cabeça".